jueves, 6 de mayo de 2010


Me orinaba, a más de 35 grados solo se puede tomar agua. La sobriedad auto impuesta es inquebrantable, corri a vaciar los fluidos. Mire por la ventana del baño en laboratorio y los vi, juntos de la mano. Inmutables, inquebrantables unidos por quien los forjo. Unidos, por ellos mismos.
Pensé que un poco de esto le falto a lo nuestro...

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